El acero laminado es un material que se tiene participación en la fabricación de materiales que se utilizan en la mayor parte de los trabajos dentro de una construcción. Si te interesa conocer más acerca de qué es, cómo se lleva a cabo su fabricación, los tipos que existen y aún las aplicaciones que tiene, en este blog te diremos todo lo que te interesa saber del laminado en el acero.
Para comenzar a adentrarte más a este tema, debes saber que el laminado es un proceso industrial de deformación que reduce el espesor del material con la aplicación de presión mediante el uso de distintos procesos como laminación de anillos o perfiles. El material sufre reducciones sucesivas en un tren de laminación continuo como resultado de pasar por una serie de cilindros que van formando los productos requeridos de acuerdo a un diseño en específico. En este caso el lingote de acero laminado que al trabajarlo se convierte en un tocho con el que se pueden elaborar perfiles estructurales, barras, varillas, materia prima para maquinado, alambres, placas, láminas, tiras, utensilios y muebles.
La laminación es un proceso de conformado por deformación en el que el material fluye de manera continua y en dirección preferente por medio de las fuerzas de compresión que se ejercen al pasar el metal entre los cilindros y de cizallamiento originadas por el rozamiento que se produce entre los rodillos y el metal. Este proceso consiste en pasar un metal entre dos rodillos separados por un hueco menor que el grueso del acero entrante y giran en sentido contrario para que atraviese el material entre ellos.
Como todo, los materiales de acero que se planean usar en proyectos de la construcción requieren contar con ciertas propiedades que aseguren su funcionamiento, como lo son las siguientes:
Las propiedades mecánicas se obtienen de valores mínimos especificados en la norma del producto. En el caso de la soldabilidad se determina por el contenido químico de la aleación que se rige por los límites de la norma del material. Mientras que la durabilidad depende del tipo de aleación particular, es decir, de acero al carbono ordinario, acero resistente a la intemperie o acero inoxidable.
La clasificación de los tipos de laminados depende de diferentes factores, como lo son la temperatura de trabajo y el tipo de producto que se fabrique, a continuación te enlistamos los más convencionales:
Además, existen los tipos de laminación que se obtienen de acuerdo a las temperaturas de trabajo, como lo son el laminado en frío y caliente.
Es el acero que se pasa por rodillos a elevadas temperaturas a más de 1 700º F, lo que supera la temperatura de recristalización de la mayoría de los aceros. Esto da como resultado que el acero sea más fácil de formar y trabajar. En este proceso se inicia con un trozo de metal llamado palanquilla que se calienta y luego se envía para preprocesamiento donde se aplana para formar un rollo grande. Posteriormente se mantiene a altas temperaturas y se pasa a través de una serie de rodillos para conseguir sus dimensiones finales.
Para metal en hojas, el acero laminado se enrolla en rollos y se deja enfriar. Por otras formas, como barras o placas, los materiales se dividen y se empacan.
Dentro de los aceros que se elaboran bajo laminación en caliente son los aceros comerciales, el acero para fundir, el acero de gran calidad y el acero tanto de mediana como de alta resistencia, al igual que los de baja aleación. Gracias a que bajo este tratamiento es más fácil de transformar el metal para crear una extensión, espesor y todo tipo de pertenencias mecánicas niveladas sin que se presente algún inconveniente.
Por su parte, el laminado en frío es un proceso industrial que consiste en la deformación continua a alta velocidad del acero que se lleva a cabo a temperatura ambiente lo que hace posible la recristalización del metal. Cabe mencionar que también es un procedimiento que se puede realizar en el hierro, aluminio, cobre y sus diferentes aleaciones.
Esta técnica funciona para reducir el espesor del material y hacerlo uniforme lo que se consigue al someterlo entre uno o más pares de rodillos. Este tipo de laminado sirve para potenciar las propiedades metálicas del metal como su elasticidad, resistencia a la tracción y dureza.
La diferencia que se presenta entre estos dos tipos de laminados es la temperatura a la que se realizan, pues el conformado en caliente como su nombre lo indica se trabaja con calor, mientras que el frío se realiza a temperatura ambiente. Cuando se trabaja con el acero se pueden alcanzar los 1.700 grados centígrados.
Sin embargo, algo que se debe tomar en cuenta es que aunque estás técnicas afectan el desempeño y la aplicación no se deben confundir con las especificaciones formales y grados de acero que tienen relación con composiciones metalúrgicas y clasificaciones de funcionamiento.
Otra diferencia que hay entre ambos laminados es que en el caso del conformado en frío ofrece acabados más uniformes, así como estructuras resistentes y menos porosas, además de que cuando se maneja el metal a elevadas temperaturas se consigue una mayor resistencia a la corrosión.
El proceso de laminación se utiliza en diferentes sectores ya sea dentro de la industria o construcción, como por ejemplo para la elaboración de edificios metálicos, varillas, alambres, tubos, perfiles y láminas acanaladas, así como se utilizan para elaborar raíles de vías de tren, bastidores y partes de vehículos pesados, calentadores de agua, anclajes y llantas. Por su parte, el laminado en frío se emplea para realizar partes de maquinaria como pernos, piñones, engranajes, muebles de metal, mesas, archiveros, tubos de escape, sillas, electrodomésticos, estanterías y productos similares.
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