Lo que Debes saber del Pavonado, un Acabado para Metales con grandes Ventajas

Piezas mecánicas de acero con acabado pavonado de diferentes tipos

Aunque su empleo ha disminuido con el paso de los años, la aplicación del pavonado sigue siendo útil tanto en las grandes industrias como en la herrería convencional. El peculiar nombre de este acabado se debe a la similitud que existe entre su tonalidad y las plumas de un pavo, y en este artículo te vamos a explicar todo lo que debes saber sobre él. ¡Continúa leyendo!

¿Qué es el acabado pavonado? 

El acabado pavonado consiste en recubrir piezas metálicas con un compuesto químico o algunos materiales de uso común para brindarles protección adicional contra la oxidación y la corrosión. En otras palabras, este recubrimiento le hace frente a factores como el agua y el aire, mismos que deterioran, con el tiempo, la superficie de los distintos metales.

Además, a partir del pavonado, se le otorga también a las piezas metálicas una mayor estética, con una tonalidad negra, azulada o marrón, de acuerdo a la variante aplicada de este acabado.

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¿Cuándo se aplica el pavonado?

El pavonado se aplica principalmente a las piezas hechas con diversos tipos de aceros que tienen una baja cantidad de carbono. Al respecto, es un acabado por el que se opta con fines estéticos o decorativos, pero también en el caso de artículos expuestos, para que las condiciones climáticas adversas o ambientes químicos agresivos no les perjudiquen.

Como podrás darte cuenta, el pavonado es todavía un método útil en la herrería, pero también, en general, en la industria metalúrgica y, como resultado de ello, en la de la construcción. En relación con ello, entre la enorme cantidad de piezas con diferentes dimensiones a las que se les puede aplicar el acabado en cuestión, encontramos las de la siguiente lista:

Tubos metálicos con acabado pavonado
  • tornillos;
  • resortes;
  • clavos;
  • perfiles comerciales;
  • válvulas;
  • ejes de motores;
  • argollas o discos metálicos;
  • roscas;
  • engranajes;
  • tapones;
  • codos;
  • tubos;
  • perfiles estructurales de menor tamaño;
  • piezas automotrices;
  • ornamentos;
  • placas y moldes de uso general;
  • herramientas eléctricas;
  • marcos de ventanas;
  • componentes para máquinas;
  • herramientas punzocortantes para la jardinería;
  • partes de mueblería rústica.

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¿Qué materiales se pueden pavonar? 

A pesar de que el pavonado se aplica principalmente sobre el acero (en especial el acero de bajo carbón), también es útil para piezas como el cobre, latón, zamac o zinc. Y, cabe señalar, que no todos los materiales son aptos para emplear esta técnica, como es el caso del acero inoxidable o metales con más de 12 % de aluminio, cromo, níquel, plomo, estaño y zinc.

¿Cuántos tipos de pavonado hay?

Existen diversos tipos de pavonado: los más comunes son en caliente y en frío. No obstante, de los mismos se derivan distintos métodos de aplicación del recubrimiento en cuestión, en los que se emplean diferentes temperaturas, tiempos y sustancias químicas. A continuación te hablamos sobre las variantes del pavonado más conocidas y empleadas.

1. Pavonado en caliente

El procedimiento del pavonado en caliente es comúnmente implementado en la industria metalúrgica. Para ello las piezas son recubiertas con una solución cuyas proporciones van del 15 al 25 % de asfalto.

Después el metal es calentado a una temperatura entre 290 y 400  grados celsius (°C), hasta obtener una superficie lisa y negra. Este tipo de pavonado resulta uno de los más lentos, en comparación con otros métodos, debido a las altas temperaturas que requiere.

2. Pavonado alcalino casero

Una de las variantes del pavonado en caliente es el pavonado alcalino casero, aplicado principalmente cuando se trata de productos de acero al carbón, y en el que este último se sumerge en una solución de sosa cáustica, nitrato de potasio, agua hirviendo, agua fría y ácido neutralizador, además de aceite mineral refinado (en ese orden).

3. Pavonado en frío o ácido

El pavonado en frío se realiza a una temperatura que oscila entre 15 y 25 °C. Es muy utilizado para piezas pequeñas, como tornillos, tuercas o clavos. El proceso consiste en sumergir el metal en una solución que puede ser de nitrato de hierro, nitrato de cobalto, fosfato de zinc o fosfato de manganeso, en un tiempo que va de 5 a 30 minutos.

4. Pavonado por inmersión

Es un tipo de pavonado al que también se le conoce como “azulado”, ya que una de las características de esta variante es que el metal alcanza una tonalidad azul durante el procedimiento. Para ello se sumerge en una mezcla de nitrato sódico y potásico, a temperaturas de entre 310 y 350 °C. Para finalizar la pieza se lava con jabón caliente.

Es un recubrimiento empleado para piezas pequeñas (decorativas o de colección por su color azulado), o que no hayan tenido ningún tipo de tratamiento térmico.

5. Pavonado al aceite

Para llevar a cabo este tipo de pavonado, se aplica sobre la superficie de la pieza una fina capa de aceite mineral, de linaza, vegetal o incluso para motor de automóviles (después de haber sido utilizado). Posteriormente, se calienta en un horno, a una temperatura de entre 150 y 250 °C, en un periodo de tiempo que puede variar de 30 minutos a 2 horas.

Una vez que se saca la pieza del horno se le deja enfriar a temperatura ambiente y se limpia con un paño suave. Hay que añadir que la duración total de este procedimiento puede ser de hasta 3 o 4 horas. Esto dependerá del tipo de aceite, el acabado deseado, así como del tiempo de secado y enfriamiento.

Este tipo de pavonado brinda un acabado negro mate o satinado, por lo que también es empleado en piezas decorativas o de interior.

6. Pavonado especial de inoxidable

Este recubrimiento es poco convencional, ya que este tipo de acero no requiere del pavonado para enfrentar la oxidación. Sin embargo, algunos especialistas opinan que la aplicación de cromo negro podría ser la alternativa ideal para tratar este metal. Cuando llega a aplicarse, es a objetos de menor tamaño como tornillos, cilindros, tubos pequeños, engranajes y herramientas.

¿Cuál es el mejor pavonado? 

Existen dos variantes de este recubrimiento que son consideradas relativamente sencillas de ejecutar, incluso para realizarlas de modo casero, y ofrecen resultados verdaderamente efectivos. El primero de ellos es el pavonado alcalino, cuyo resultado es muy duradero, resistente y deja las piezas con un acabado estético de color negro azabache brillante.

No obstante, el más sencillo es el pavonado en aceite, cuya ventaja principal es que no requiere de sustancias químicas para realizarse ni muchos materiales, por lo que es más económico y se aplica en pocos pasos. De igual manera, es aplicable tanto en piezas grandes como en aquellas que tienen menor tamaño, dándoles un acabado negro mate.

No obstante, para elegir el pavonado que resulte mejor, hay que considerar aspectos como el tamaño de la pieza que será sometida al procedimiento, así como el tipo de metal, el uso dado al objeto a pavonar y qué tanta duración deseas que tenga.

Otro aspecto que hay que tomar en cuenta es el tipo de acabado que se busca; con relación a esto, hay que pensar si las piezas serán un elemento decorativo o solo se extenderá su vida útil por su exposición al medio ambiente.

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¿Cuál es el proceso de pavonado? 

A pesar de que existen varios tipos de este acabado, como se mencionó anteriormente, uno de lo que se considera más sencillo de elaborar desde casa o un taller, si no el que más, es el pavonado en aceite. Este último, a comparación de otras técnicas, se realiza en pocos pasos y sin sustancias químicas peligrosas, volviéndolo un procedimiento que implica menos esfuerzo.

Es por tal motivo que en este artículo te enseñaremos a realizar el pavonado en aceite casero para piezas pequeñas como tornillos o fragmentos de perfiles de acero. Lleva a cabo las siguientes instrucciones y conseguirás que esos productos que quieres proteger no solo aumente su tiempo de vida, sino que además destaquen por su estética:

  1. Remueve la oxidación de las piezas (en caso de que exista): basta con pasar sobre su superficie un cepillo de púas de alambre de acero; o bien, sumérgelas en una mezcla de vinagre, sal marina, bicarbonato de sodio o jugo de limón durante 20 minutos. Si quedan restos de óxido, quítalos con un trapo o estropajo.
    Limpieza de la pieza de acero con un cepillo metálico

  2. Ten listo un recipiente con aceite (mineral, de linaza o vegetal). Toma un fragmento de hierro, caliéntalo con un soplete hasta que se encuentre al rojo vivo y mételo al aceite para elevar la temperatura de este último.
    Pieza de acero calentando el aceite de un recipiente

  3. Calienta las piezas de acero que vayas a pavonar: puedes emplear un soplete y esperar a que alcancen una tonalidad naranja. Lo ideal es que su temperatura sea de 250-300 °C para que haya una buena adherencia del aceite en el metal.
    Calentamiento de una pieza de acero con un soplete - Pavonado

  4. Introduce el acero al recipiente con aceite y déjalas sumergidas hasta que se enfríen completamente.
    Fragmento de perfil PTR al rojo vivo dentro del recipiente con aceite mineral

  5. Una vez que las piezas estén frías, sácalas del recipiente y retira el exceso de aceite con un trapo. El color del metal debe ser negro y uniforme en toda la superficie. Si algunas partes tienen un tono distinto, el pavonado no es correcto y habrá que repetir el proceso desde el calentamiento del acero.
    Perfil de acero pavonado sostenido por alambre

Toma en cuenta lo siguiente: si se pavonan piezas de mayor volumen, los pasos son exactamente los mismos, a excepción de la aplicación de aceite. En este caso, vierte aceite sobre un trapo grueso y presiónalo con movimientos longitudinales sobre la pieza caliente que quieres pavonar.

No olvides que la anterior es solo una de las tantas formas en las que se puede aplicar este tipo de recubrimiento. Si quieres aplicar este recubrimiento a tus piezas de metal de una manera distinta, te dejamos a continuación un video con el paso a paso para realizar el acabado pavonado alcalino en perfiles comerciales de acero:

Ventajas y desventajas del pavonado 

Podemos decir que más allá del hecho de que este tipo de recubrimiento protege al metal contra la corrosión y oxidación, existen diversas ventajas y desventajas a tomar en cuenta cuando se quiere implementar la técnica de pavonado. En este apartado te enlistamos tanto los aspectos positivos como los negativos del mismo.

Ventajas

  • Protege al metal del posible daño por sustancias químicas;
  • aporta una mejor estética a las piezas metálicas; 
  • aumenta la dureza superficial, dando protección contra rayaduras y abrasión;
  • se puede aplicar a una gran variedad de artículos;
  • es un proceso de bajo costo;
  • es un proceso adaptable a distintas necesidades;
  • extiende la vida útil de las piezas.

Desventajas

  • si las piezas no están perfectamente limpias, el acabado pierde calidad y efectividad;
  • requiere constante atención, ya que deben cuidarse aspectos como la temperatura, el tiempo o la concentración de las sustancias químicas aplicadas;
  • en algunos tipos de pavonado es necesario aplicar recubrimientos adicionales para que el metal adquiera mayor resistencia a ambientes extremos;
  • si queda algún elemento externo, como grasa o polvo en la superficie del metal, el color final no será uniforme;
  • en algunos casos, este acabado deja una capa fina sobre el acero, lo que impide una gran resistencia al desgaste.

En conclusión, el pavonado es un método muy eficiente para proteger los metales contra agentes externos y mejorar sus propiedades al volverlos más resistentes y extender su duración. Esta técnica es aplicable a una gran variedad de piezas metálicas. Además, ofrece la oportunidad de implementarlo desde casa sin que seas un experto en la industria.

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