Para colocar columnas de construcción se requiere de un conocimiento técnico de los tipos de columnas existentes, su utilidad y de los procesos adecuados para construir cada una de ellas. En Panel y Acanalados Monterrey nos aseguramos de brindar a nuestros clientes materiales de calidad para sus construcciones.
Por ello, en esta entrada te presentamos lo que debes de saber sobre las columnas y los pasos a seguir para construirlas.
Uno de los puntos fundamentales de las estructuras se trata de la seguridad que deben aportar las columnas a toda la estructura. Cuando estas son de concreto, se requiere del confinamiento de nudos con estribos en la parte interna para asegurarnos de que un sismo no cause daños en la viga interna.
Con esto se establece una alta ductilidad para las columnas, evitando el daño estructural en las vigas de acero que se utilicen, ya sea una viga IPR o una viga IPS, según la capacidad y tipo de estructura deseada.
Las vigas que son ocupadas como elementos estructurales verticales o vigas, requieren de refuerzos que ayuden a distribuir la carga de manera longitudinal o simétrica a la cara de una sección, con el fin de no causar daños en esta sección. Puedes consultar las fichas técnicas de viga IPR y viga IPS, aquí.
Para esto es muy recomendable apoyar a las vigas de acero con varillas y concreto, de una forma en que se cumpla con los reglamentos nacionales o internacionales referentes a la construcción de edificios y de seguridad en caso de sismos. Estas modificaciones tienen que ser tomadas en cuenta siempre.
El acero corrugado o de refuerzo es un apoyo adicional para los cimientos, muros y desde luego que también para las vigas que actúan como columnas. Se debe disponer de estas varillas y alambres de tal forma que no modifiquen el diseño estructural de la obra.
Los traslapes entre varillas no deben de rebasar la mitad de estas piezas, y deben de estar a una misma altura, sin que queden cerca de los apoyos. Además, en la zona de confinamiento, donde hay estribos con una distancia menor entre ellas, se tiene una mejor resistencia para el concreto. Cuando esta parte es terminada, se amarran los estribos a la placa y se cimbra el perímetro de la columna. Con este proceso se evitan daños en la columna de construcción.
Previamente al encofrado se tiene que revisar que el armado, traslape y colocación de estribos no tengan fallas y vayan acorde al diseño estructural. La cimbra o formaleta con la que se encofra la columna debe de ser limpiada y engrasada previamente a la colocación de concreto.
Luego de esto, los tableros se colocan sobre la sección de la columna para darle forma a la formaleta, así como mantiene un diseño regular a lo largo de toda la sección. El soporte inicial se da con clavos en los tableros, esto hasta que sean capaces de sostenerse solos, y en ese momento es donde se procede a colocar abrazaderas para ajustar la formaleta, con el fin de mantener la columna con un diseño regular, evitando protuberancias. Las abrazaderas deben ser horizontales y ajustadas a los tableros.
El vaciado de concreto debe de contar antes con una superficie húmeda en las caras internas de las formaletas para que el concreto no se seque antes de tiempo y no pueda solidificar de buena forma. Se debe vaciar el concreto desde alturas inferiores a los 120 cm, y de no ser posible, se deben usar tubos, mangueras o canales para apoyar esta acción.
Se debe evitar golpear los refuerzos de la formaleta para evitar daños internos. Posteriormente, conforme el concreto llena la formaleta, se deben consolidar las columnas con vibradores convencionales para retirar el aire atrapado durante el vertido de concreto, además de que se logra una mejor distribución del hormigón.
Finalmente se sobrepasa el nivel de la columna por 2 cm, con el fin de compensar la pérdida de volumen de concreto que sucede durante el fraguado. Luego del vaciado, se debe plomar de nueva cuenta la columna de inmediato para asegurarse de que está en una posición correcta, con las medidas adecuadas.
Se estima que las formaletas no deben ser removidas antes de que el concreto alcance entre 15% y 20% de resistencia, es decir, un aproximado de 28 días. Posterior a esto, se debe desencofrar la columna para revisar que no existan hoyos, conocidos como hormigueros, que deban ser reparados con epóxicos o en casos extremos, derribar la columna para volver a iniciar el proceso.
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